que es una cooperativa de viviendas

¿Qué es una cooperativa de vivienda y cómo funciona?

¿Sabes qué es una cooperativa de vivienda? Lo primero que hay que decir es que este modelo de propiedad colaborativa permite a sus socios acceder a una vivienda de calidad a precios más accesibles, al tiempo que fomenta la participación comunitaria y el sentido de pertenencia.

En Escouno trabajamos con este modelo de negocio inmobiliario que hoy vas a descubrir por qué es beneficioso para todos y cómo vas a poder acceder a una vivienda digna, con presupuesto a precios de coste.

¿Qué es una cooperativa de vivienda?

Hoy en día, los precios de la vivienda siguen subiendo y solo unos pocos privilegiados tienen acceso a una. Cada vez está más difícil poder comprarse una casa o un piso. Es en este punto donde las cooperativas de viviendas se presentan como una alternativa eficaz para dar una solución a aquellos interesados en comprarse una casa.

Hay que decir que una cooperativa de viviendas es una organización sin fines de lucro compuesta por personas que se asocian con el fin de construir o adquirir viviendas. A diferencia de los modelos tradicionales de propiedad. El cooperativista es el promotor real lo que le permite participar en el proyecto desde el inicio.

La principal ventaja es que se eliminan los intereses especulativos, ya que el objetivo no es obtener beneficios económicos, sino garantizar el acceso a una vivienda digna para todos sus miembros a riguroso precio de coste. Además, una cooperativa de vivienda también tiene una serie de beneficios fiscales para los socios.

¿Cómo funciona una cooperativa de vivienda?

El proceso para unirse o formar una cooperativa de viviendas incluye varias fases necesarias para el correcto funcionamiento de este tipo de sociedades. Todo ello para conseguir el objetivo común de tener acceso a una vivienda digna. Veamos qué pasos son necesarios y cómo es el funcionamiento.

Constitución de la cooperativa

Un grupo de personas se asocia para formar una cooperativa con el fin de construir o adquirir viviendas. Los socios aportan capital inicial para poner en marcha el proyecto y se encargan de buscar financiación externa si es necesario.

Construcción o adquisición de las viviendas

Una vez constituida, la cooperativa se ocupa de gestionar el proyecto de construcción o la compra de las viviendas. Los socios pueden participar activamente en las decisiones sobre el diseño, materiales y distribución de las unidades.

Asignación y uso de la vivienda

A cada socio se le asigna una vivienda en función de sus necesidades y de las reglas establecidas en los estatutos de la cooperativa. El derecho de uso está garantizado mientras se sigan cumpliendo las obligaciones pactadas.

Gestión a largo plazo

La cooperativa es responsable del mantenimiento y administración de los inmuebles. Los socios participan en la toma de decisiones y contribuyen económicamente a los gastos de mantenimiento y mejoras.

Por norma general, los socios de las cooperativas no poseen necesariamente de los

conocimientos técnicos necesarios, por lo que buscan ayuda de profesionales que

les presten su asistencia a cambio de una compensación económica.

Las gestoras prestan sus servicios de gestión y asesoramiento a la cooperativa, a

cambio de un precio pactado entre ambas partes. La sociedad gestora está al servicio

de la cooperativa y esta debe exigirle en su gestión total acatamiento a la Ley y

transparencia en su actividad.

De hecho, la sociedad gestora no puede disponer de los fondos económicos de la

cooperativa. A la hora de contratar una gestora, es importante contemplar su

experiencia y prestigio ya que es la garantía de éxito del proyecto.

Ventajas de formar parte de una cooperativa de viviendas

El modelo de cooperativa de viviendas ha tenido un éxito considerable. El sistema de cooperativas de viviendas por ayuda mutua ha sido un referente en muchos países, donde se ha proporcionado acceso a viviendas asequibles para miles de personas. En Europa, países como Dinamarca y Suecia son un referente en este ámbito y es a lo que se pretende llegar desde Escouno. Veamos todas las ventajas que tiene este modelo.

Acceso a vivienda asequible

Una de las mayores ventajas es el ahorro económico. Al eliminar el margen de beneficio que busca una empresa constructora o un inversor privado, los costos de construcción y mantenimiento se reducen. Además, las cooperativas suelen contar con apoyos y subvenciones públicas que facilitan la financiación.

Propiedad colectiva y gestión democrática

Las decisiones en una cooperativa de viviendas se toman de manera democrática, en la que cada socio tiene voz y voto. Esto garantiza que los intereses de los miembros se prioricen por encima de cualquier otro interés, promoviendo una gestión más equitativa y participativa.

Estabilidad y seguridad

En lugar de estar sujetos a las fluctuaciones del mercado inmobiliario, los miembros de una cooperativa tienen un modelo de vivienda más estable. El uso de la propiedad está garantizado siempre que se cumplan con las obligaciones de la cooperativa, lo que reduce la incertidumbre de un posible desalojo o aumento desmedido del alquiler.

Fomento de la comunidad y la cooperación

Las cooperativas promueven la propiedad colectiva y también la creación de un entorno colaborativo. Los vecinos, al ser socios, tienden a desarrollar un sentido de comunidad más fuerte, lo que genera un ambiente de solidaridad y apoyo mutuo.

Modelo sostenible y ecológico

Muchas cooperativas de viviendas están comprometidas con el desarrollo sostenible. Al centrarse en el bienestar común, suelen apostar por proyectos que respeten el medio ambiente, con construcciones más eficientes y energéticamente sostenibles, contribuyendo a la lucha contra el cambio climático.

En definitiva, las cooperativas de viviendas representan una solución efectiva para enfrentar la crisis de acceso a la vivienda en muchas partes del mundo. Al ofrecer un modelo basado en la colaboración, la propiedad compartida y la gestión democrática, las cooperativas permiten el acceso a una vivienda digna.